Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)

Entre mis bosques, hay uno casi mágico que es  una dehesa de roble albar (Quercus petraea)  salpicada de roble negral (Quercus pyrenaica) con ejemplares de muchos cientos de años. Es una de las mejores dehesas que se conocen. Muchas veces me acerco a este rincón en la Sierra de la Demanda en Burgos y recorro cada centímetro. Se oyen los pájaros, pero resultan muy difíciles de atisbar. Cuando lo visito en los meses de abril y mayo es cuando más actividad hay, los pájaros están más afanosos bien emparejándose o recogiendo material para los nidos. Además a los árboles todavía les queda un poco para que su follaje cubra sus ramas.



Es en este lugar donde cada primavera observo al papamoscas cerrojillo, el macho es inconfundible vestido de negro y blanco y en la cabeza ese puntito blanco, a mi se me asemeja a un hábito de monja de clausura. La hembra es más parda. Es fácil verlos cuando una y otra vez van a pillar insectos, haciendo vuelos cortos y volviendo al mismo lugar de partida. 

Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)

 Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)

Comentarios